Desarrollo embrionario

El desarrollo embrionario es una fase crítica en el proceso de tratamiento de fertilización in vitro (FIV), que abarca varias etapas complejas que ocurren después de la extracción y fertilización de los óvulos. Comprender este proceso proporciona información sobre el complejo y fascinante viaje desde la concepción hasta la transferencia de embriones.

1. Fertilización

Después de extraer los óvulos maduros de los ovarios, se combinan con los espermatozoides en un laboratorio. Esto se puede hacer colocando los espermatozoides cerca del óvulo (inseminación convencional) o inyectando un solo espermatozoide directamente en el óvulo (inyección intracitoplasmática de espermatozoides, ICSI). La fertilización suele ocurrir en unas pocas horas.

2. División celular temprana

Una vez fertilizado, el óvulo se convierte en cigoto y comienza una serie de rápidas divisiones celulares. En las primeras 24 a 48 horas, el cigoto se divide para convertirse en un embrión de dos células, luego de cuatro células y continúa dividiéndose rápidamente.

3. Formación del blastocisto

Al quinto o sexto día, las células que se dividen rápidamente forman un blastocisto, una esfera llena de líquido formada por dos tipos de células diferentes: la masa celular interna, que se convertirá en el feto, y la capa celular externa, que formará la placenta. y estructuras de apoyo para el embarazo. La formación de blastocistos es una etapa crítica del desarrollo, ya que no todos los óvulos fertilizados llegan a esta etapa.

4. Evaluación de la calidad del embrión

Los embriólogos monitorean los embriones y evalúan su calidad en función de factores como el número de células, la apariencia y la tasa de desarrollo. Esta evaluación ayuda a seleccionar los mejores embriones para la transferencia. Los embriones de alta calidad tienen mayores posibilidades de implantarse y dar lugar a un embarazo exitoso.

5. Pruebas genéticas (opcional)

En algunos casos, se pueden realizar pruebas genéticas previas a la implantación (PGT) para detectar anomalías genéticas en los embriones. Esto es especialmente común en casos de trastornos genéticos conocidos, edad materna avanzada o fracasos repetidos de la FIV.

6. Transferencia o congelación de embriones

Dependiendo del plan de tratamiento, se transfieren uno o más embriones al útero de la mujer, generalmente entre tres y cinco días después de la fertilización. Cualquier embrión viable adicional se puede criopreservar (congelar) para uso futuro.

7. La fase lútea

Tras la transferencia de embriones, la mujer entra en la fase lútea del ciclo. Durante este tiempo, es posible que le administren medicamentos como progesterona para ayudar a preparar el revestimiento del útero para la implantación.

8. Implantación

Para que se produzca un embarazo, el embrión debe implantarse en el revestimiento del útero. Esto suele ocurrir entre 6 y 10 días después de la extracción de los óvulos. La implantación exitosa se confirma mediante una prueba de embarazo, generalmente dos semanas después de la transferencia de embriones.

Desafíos y tasas de éxito

El desarrollo embrionario en la FIV puede ser impredecible, ya que no todos los óvulos fertilizados se convierten en embriones viables. Las tasas de éxito de la FIV varían según factores como la edad, la causa de la infertilidad y la calidad del embrión. También es importante tener en cuenta que pueden ser necesarios varios ciclos.

El desarrollo embrionario en FIV es un proceso de notable precisión y cuidado, destacando los avances en la tecnología reproductiva. Este viaje desde la fertilización hasta la transferencia de embriones es la piedra angular de la FIV y ofrece esperanza a muchos aspirantes a padres. Sin embargo, es fundamental que los pacientes tengan expectativas realistas y comprendan que cada paso de este proceso desempeña un papel vital en el éxito general del tratamiento.

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